sábado, 18 de septiembre de 2010

LINDA PIEL

La piel es un órgano, así como lo es el hígado o el estómago. La diferencia es que se trata del órgano más grande que tenemos y, además, lo vemos. Por lo tanto, mientras que el hígado se llena de grasa o los huesos se vuelven porosos sin que nos demos cuenta, todos los días podemos ver los cambios de nuestra piel. Eso nos hace más conscientes de lo bueno o malo que hacemos con ella.

La idea es empezar a cuidar algunos factores de riesgo y tomar en cuenta lo que beneficia la piel:
El tabaquismo
Es el más cruento asesino de la piel: la envejece y provoca disminución de la circulación, lo que hace que los nutrientes no lleguen a ella (literalmente, la vamos matando).
La radiación solar…
… la destruye y ahora más que la capa de ozono (especialmente en ciudades como Arequipa) no nos protege. Por lo tanto, hay que usar sombreros y bloqueadores. Además, lo mejor es no exponerse al sol entre las 12 y 3 de la tarde.
Poca hidratación
Como cualquier órgano, la piel necesita de agua… ¿Cuántos vasos de agua al día bebemos? Lo que se sugiere es por lo menos unos 2 litros (pueden ser más o menos). Todo cuenta y ayuda: agua o infusiones (con poca azúcar) o el caldito, café o té.
El aire acondicionado
Con este frío no hay auto, oficina o casa que no tenga alguna forma de calefactor y quizás no lo sepa, pero estos pueden provocar algunos inconvenientes en la piel (uno de ellos es deshidratarla). Por lo tanto, es importante no exagerar y, en todo caso, tomar más agua y aplicarse cremas humectantes o las que el dermatólogo sugiera.
Uso de cremas
Estos maravillosos productos que la cosmética ha creado para hombres y mujeres son importantes y, aunque para algunos suene algo loco, queridos amigos, los alimentos se han hecho para comer y no para hacer emplastos y colocarlos en la cara creyendo que penetrarán la piel.
Las cremas tienen los ingredientes activos (muchas veces extraídos de los alimentos), pero que están en un vehículo (crema, loción, gel, etc.) que es capaz de penetrar la piel hasta las capas profundas y así brindar los beneficios adecuados. Lo único es encontrar el producto adecuado a nuestra edad, tipo de piel y necesidades. Todo esto, por supuesto, con la guía de un especialista.
Alimentos para la piel
Es aquí donde, con paciencia, les contaré algunos de los secretos de belleza a partir de los alimentos:
-Mi amado germen de trigo y polen. Los amo porque son alimentos generosos. El primero es una bomba de nutrientes que cuidará la piel brindándole grasa, proteínas, vitaminas, minerales y una serie de sustancias por estudiar que mejoran, hidratan y embellecen la piel. Basta con comer una o dos cucharadas al día, solas, con el jugo o yogur.
El polen es rico en vitamina A, la vitamina de la piel. Una cucharadita al día puede ayudar, pero ojo, si están tomando algún medicamento o derivado de la vitamina A, no hay que abusar de este producto.
-Yogur, leche y queso. Estos alimentos brindan sustancias importantes para la construcción de la piel. Además, son ricos en vitamina A.
-Las grasas: actúan como antideshidratantes de la piel. Por eso, cuando se hacen “dietas locas y restrictivas”, este órgano se resiente y se reseca; es decir, envejece.
-Las frutas y verduras: no solo hidratan, también brindan vitaminas y minerales para la piel. Además, los pigmentos responsables del color de estos vegetales actúan como protectores (al controlar la acción de los radicales libres).
-Cuidado con el estrés: acaba con la piel. El estrés envejece; por lo tanto, hay que buscar las formas de controlarlo.
-Los masajes: ayudan a mejorar la circulación. Ojo, que no es la dieta la que nos previene o cura la celulitis, sino unos buenos masajes con crema incluida, así como mejorar la alimentación, entre otras cosas.
-Los ejercicios: mejoran la circulación y desestresan. Eso hará que nosotras luzcamos más y ellos, más churros (casi casi como Shrek…). Nadie pondrá en tela de juicio que los ejercicios al aire libre son quizás una de las mejores estrategias para el cuidado de la piel, además de seguir una vida sana.
-El buen descanso: es imprescindible. Además, es en la noche cuando la piel se recupera y regenera. Con unbuen sueño, habrá menos ojeras y un cutis más lozano.
Como verán una vez más, no es solo cuestión de ensaladas y camotes, sino de una vida adecuada. Ojalá mañana, al vernos al espejo, podamos decir que estamos haciendo lo posible por cuidar este órgano, por valorarlo algo más.
Una recomendación final a todas las damas: No se olviden de quitarse el maquillaje en la noche. A veces, la flojera le cuesta caro a la piel. Y lo más importante: No se olviden de ser felices. La felicidad pone linda a la piel.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Moda

Share

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites